segunda-feira, 19 de setembro de 2022


 

Aurora Teixeira de Castro, ha sido una gran mujer.
Lúcia Ataíde, es una gran mujer.
La primera no sería recordada actualmente con la misma intensidad
si no existiera Lúcia que le ha dedicado mucho tiempo para darle vida
luego de su muerte.
Es que Aurora fue una inspiradora de transformaciones transcendentes
que Lúcia supo comprender.
Dos mujeres que transitaron los cambios de siglo. Aurora nació en
1891 y falleció en 1938, o sea que vivió los escenarios históricos del siglo
XIX al XX y Lúcia, del XX al XXI.
Si nos preguntamos por qué Lúcia se interesó en Aurora, la pregunta
tiene fácil respuesta.
Aurora fue notaria y Lúcia es notaria.
Lúcia Ataíde es notaria en Lisboa. Inició el ejercicio de la función
pública notarial en 1994, en el Municipio de Borba, como notaria y
conservadora del Registro Civil, Inmobiliario y Mercantil donde concluyó
su actividad en 1995. Luego accedió a la Notaria en el Municipio de
Cuba, desde 1995 a 1997; más tarde pasó a la Notaria del Municipio
de Benavente, desde 1997 a 2001 y, por último, está en la Notaria del
Municipio de Loures, desde 2001 a la fecha (2022).
Cuenta con una profusa formación académica habiéndose recibido
de Licenciada en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad
■ ■ ■ 9 ■ ■ ■de Coímbra, Portugal y obtuvo dos post graduaciones, una en estudios
europeos de la Universidad Católica de Oporto, en su tierra natal y otra en
Registro y Notariado, en la misma Facultad de Derecho de la Universidad
de Coímbra.
Supo participar además en la actividad gremial de la Orden de
Notarios Portugueses (2017 a 2020) e integrarse a la Unión Internacional
del Notariado (UINL) como miembro individual.
Sus calidades personales, académicas y de dirigente notarial la han
colocado en un lugar destacado entre sus pares, que se potenciará aún más
con la publicación de esta obra, que nace a la vida literaria justamente
en tiempos que, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha
denominado “el siglo de la mujer”.
En esta materia los reclamos a nivel mundial se dirigen a la
consolidación de la igualdad real y efectiva de las mujeres con una
consecuente equiparación de oportunidades y derechos en los cinco
continentes, que aun muestran asimetrías, muchas de ellas verdaderamente
preocupantes, en lo político, social, cultural, jurídico y económico.
La igualdad real de las mujeres ha adquirido un alto grado de
visibilización a consecuencia de todo un movimiento que replicó
mundialmente con el accionar de tantas mujeres en los distintos territorios
que han llegado a dar sus vidas por la concreción de sus ideales y su pelea,
pacífica o no, por el reconocimiento de sus derechos.
Y Aurora Texeira de Castro ha sido una de ellas en Portugal, a quien
no le fue ajena esa lucha por la reivindicación de los derechos femeninos
al inicio del siglo XX en los ámbitos educativos, laborales y cívicos,
directrices que no han perdido vigencia aun frente a los avances que se
han logrado con el paso del tiempo en razón de ser insuficientes.
Más allá de las condiciones personales de Aurora para poder ser una
referente de su época en las ciencias y las artes, esta obra destaca su calidad
de primera mujer en el ejercicio de la función pública notarial en Portugal
■ ■ ■ 10 ■ ■ ■y porque no entender que ha podido ser la primera mujer notaria en el
mundo.
Feminista, inteligente, hacedora, todas sus cualidades personales
hacen que su trayecto vital haya dejado el mensaje de la férrea convicción
de sus principios y fundamentos para cambiar la realidad de por entonces.
¿Habrá imaginado Aurora que a ciento treinta años de su nacimiento
y a los cien años de su acceso a la función notarial existiría otra mujer
con sus mismos ideales, sus mismas condiciones personales y sus mismos
sueños que la honraría en su memoria con esta obra de la cual tengo el alto
honor de redactar su prefacio?
Este libro contiene estudios serios, correctamente fundados, que
abreva de fuentes documentales originarias y que describe, con una pluma
envidiable, cada detalle de la primera notaria portuguesa. Alcanza con
afirmar que estamos frente a una obra literaria que hunde sus raíces en la
historia para proyectarse en el futuro con el ejemplo a seguir de una mujer
que hizo historia, la misma historia que hará Lúcia con este aporte a las
futuras generaciones que se ocuparán y preocuparán no solo por los temas
de género, sino por el propio rol de la mujer notaria.
Por último, deseo expresar mi más profundo agradecimiento a la
autora que me ha requerido escribir esta presentación, con la cual me
siento identificada en tanto soy la primera mujer Presidenta de la Unión
Internacional del Notariado, desde su inicio en 1948. Mi designación
representó en el período 2020-2022 la consolidación del principio de la
igualdad de oportunidades dentro de nuestra organización internacional,
que ha originado además la creación, dentro de dicha institución, de un
grupo de trabajo denominado: “Los notarios y las notarias por la defensa
y protección de los derechos de las mujeres en el siglo XXI”. Y justamente
Lúcia Ataíde, a quien invité a integrarlo, ha sido la inspiradora de una de
nuestras primeras investigaciones cual es identificar en los noventa y uno
notariados de los cinco continentes, a la primer mujer notaria en cada uno
de ellos. Este análisis lejos de implicar una discriminación de los varones.

in Cristina Noemí Arnella